lunes, 29 de noviembre de 2010

El poder es lo más puro y codiciado que existe, pero sólo el hombre correcto puede llevarlo bien.

En esta entrada trataremos temas como el poder, la justicia y la injusticia basándonos en un un fragmento del texto de Platón, La República. ¡Reflexioná con nosotras! A continuación se presentan algnos datos del autor para poder entender mejor el contexto de la obra.

Platón (en griego: Πλάτων ) (ca. 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y aristocrática. Platón (junto a Aristóteles) es quién determinó gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de "Verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia). Demostró (o creó, según la perspectiva desde donde se le analice) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas, pero enfrentadas a la línea de gran parte de los filósofos presocráticos y al de los sofistas (muy populares en la antigua Grecia) y que debido a los caminos que tomó la historia de la Metafísica, en diversas versiones y reelaboraciones, se han consolidado. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos


Entre sus obras más importantes se cuentan: la República (en griego Πολιτεια, politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología racional, física y escatología, influido por las matemáticas pitagóricas; y el Teeto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.
Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política, ética, metafisica, antropología y epistemología. El conjunto de las obras más famosas de Platón se han denominado Diálogos, debido a su estructura dramática de debate entre interlocutores, si bien varios epigramas y cartas suyos también han perdurado.


Texto: Platón. La República. "El anillo de Giges y la injusticia" 

Fragmento del libro La República de Platón, en el que Glaucón expone ante Sócrates que quienes siguen la justicia lo hacen no por deseo propio o por amor a la misma, sino simplemente porque desean evitar las consecuencias que recaerían sobre ellos al cometer injusticias.

Pero...¿qué si pudiéramos ser libres de esas consecuencias?. ¿Cómo actuaríamos?. He aquí parte del discurso de Glaucón:

Para darnos cuenta de cómo los buenos lo son contra la voluntad, porque no pueden ser malos, bastará con imaginar que hacemos lo siguiente; demos a todos JUSTOS E INJUSTOS, licencia para hacer lo que se les antoje y después sigámosles para ver a dónde llevan a cada cual sus apetitos*. Entonces soreprenderemos en flagrante al justo recorriendo los mismos caminos que el injusto, impulsado -por el interés propio-, finalidad que todo ser está dispuesto por naturaleza a perseguir como un bien, aunque la ley desvíe por fuerza esta tendencia y la encamine al respeto de la igualdad. Esta licencia de que yo hablo podrían llegar a gozarla, mejor que de ningún otro modo, si se les dotase de un poder como el que cuentan tuvo en tiempos el antepasado del lidio Giges. Dicen que era un pastor que estaba al servicio del entonces rey de Lidia. Sobrevino una vez un gran temporal y terremoto; abrióse la tierra y apareció una grieta en el mismo lugar en que él apacentaba. Asombrado ante el espectáculo descendió por la hendidura y vio allí, entre otras muchas maravillas que la fábula relata, un caballo de bronce, hueco con portañuelas, por una de las cuales se agachó a mirar y vio que dentro había un cadáver de talla al parecer más que humana, que no llevaba sobre sí más que una sortija de oro en la mano; quitósela el pastor y salióse. Cuando, según costumbre, se reunieron los pastores con el fin de informar al rey, como todos los meses, acerca de los ganados, acudió el también con su sortija en el dedo. Estando, pues, sentado entre los demás, dio la casualidad de que volviera la sortija, dejando el engaste de cara a la palma de la mano; e inmediatamente cesaron de verle quienes le rodeaban y con gran sorpresa suya, comenzaron a hablar de él como de una persona ausente. Tocó nuevamente el anillo, volvió hacia afuera el engaste, desaparecía su dueño, y cuando lo volvía hacia afuera, lo veían de nuevo. hecha ya esta observación, procyró al punto formar parte de los enviados que habían de informar al rey; llegó a Palacio, sedujo a su esposa, atacó y mató con su ayuda al soberano y se apoderó del reino. Pues bien, si hubiera dos sortijas como aquélla de las cuales llevase una puesta el justo y otro el injusto, es opinión común que no habría persona de convicciones tan firmes como para perseverar en la justicia y abstenerse en absoluto de tocar lo de los demás, cuando nada le impedía dirigirse al mercado y tomar de allí sin miedo alguno cuanto quisiera, entrar en las casa ajenas y fornicar con quien se le antojara, matar o libertar a su arbitrio, obrar, en fin, como un dios rodeado de mortales. En nada diferirían, pues, los comportamientos del uno y del otro, que seguirían exactamente el mismo camino. Pues bien, he ahí lo que podría considerarse una buena demostración de que nadie es justo de grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justicia no es buena para él personalmente; puesto que, en cuanto uno cree que va a poder cometer una injusticia, la comete.. Y esto porque todo hombre que resulta mucho más ventajose personalmente la injusticia que la justicia. "Y tiene razón al creerlo así", dirá el defensor de la teoría que expongo. Es más: si hubiese quien, estando dotado de semejante talismán, se negara a cometer jamás a cometer injusticia y a poner mano en los bienes ajenos, le tendrían, observando su conducta, por el ser más miserable y estúpido dle mundo; aunque no por ello dejarían de ensalzarle en sus conversaciones, ocultándose así mutuamente sus sentimientos por temor de ser cada cual objeto de alguna injusticia. Esto es lo que yo tenía que decír.

Ahora bien, en el texto se afirma que "nadie es justo de grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justiciano es buena para él personalmente". Esta idea, está totalmente en contra de lo que expone otro filósofo alemán: Kant. Él cree en la buena voluntad del hombre, que nace siendo bueno y es corrompido después por las condiciones dadas en el medio. ¿Vos que pensás acerca de esto?. En cuanto al poder y su uso, ¿te parece que el ser humano es egoísta por naturaleza y obra por su propio bien?. Te invitamos a que nos hagas conocer tu reflexión o cualquier cosa que te sugirió esta lectura. Es más si te animás, responde esta pregunta: ¿Qué harías si tuvieras el anillo?.

*apetitos: Impulso instintivo que lleva a satisfacer deseos o necesidades.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Primera parte: De las tres transformaciones-Nietszche

Antes que nada, vamos a dar un breve pantallazo sobre la vida del autor de este interesante cuento:
            Friedrich Wilhelm Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken, una pequeña ciudad de la Sajonia prusiana.
            Fue un filósofopoetamúsico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.
            Como se observa en el texto que sigue, realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida.
            Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos.
            Algunas de sus obras son: Fatum e historia (1862), Libertad de la voluntad y fatum (1868), Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873), Humano, demasiado humano (1878), Así habló Zaratustra (1883), entre otras.


Primera Parte: De las tres transformaciones
            Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se transforma en camello, y el camello en león y el león por fin en niño.
            Hay muchas cosas pesadas en para el espíritu, para el espíritu fuerte, paciente, en el que habita la veneración: su fortaleza demanda cosas pesadas, e incluso las más pesadas de todas.
            ¿Qué es pesado?, así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, al igual que el camello, y quiere que se lo carguen bien.
            ¿Qué es lo más pesado héroes?, así pregunta el espíritu paciente, para que yo cargue con ello y mi fortaleza se regocije.
            ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría?
            ¿O acaso es: apartarnos de nuestra causa cuando ella celebra su victoria? ¿Subir altas montañas para tentar al tentador?
            ¿O acaso es: alimentarse de las bellotas y de la hierba del conocimiento y sufrir hambre en el alma por amor a la verdad?
            ¿O acaso es: estar enfermo y enviar a paseo a los consoladores, y hacer amistad con sordos, que nunca oyen lo que tú quieres?
            ¿O acaso es: sumergirse en agua sucia cuando ella es el agua de la verdad, y no apartar de sí las frías ranas y los calientes sapos?
            ¿O acaso es: amar a quienes nos desprecian y tender la mano la fantasma cuando quiere causarnos miedo?
            Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto.
            Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad su libertad como se conquista una presa, y ser señor de su propio destino.
            Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria.
            ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? “Tú debes” se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice “yo quiero”.
            “Tú debes” le cierra el paso, brilla como el oro, es un animal escamoso, y en cada una de sus escamas brilla áureamente el “¡Tú debes!”.
            Valores milenarios brillan en esas escamas, y el más poderoso de todos los dragones habla así: “todos los valores de las cosas brillan en mi”.
            “Todos los valores han sido ya creados, y yo soy todos los valores creados. ¡En verdad, no debe seguir habiendo ningún “yo quiero”. Así habla el dragón.
            Hermanos míos, ¿para qué se precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia de carga, que renuncia a todo y es respetuosa?
            Crear valores nuevos –tampoco el león es aún capaz de hacerlo: más crearse libertad para un nuevo crear- eso si es capaz de hacerlo el poder del león.
            Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león.
            Tomarse el derecho de nuevos valores –ése es el tomar más horrible para un espíritu paciente y respetuoso. En verdad, eso es para el robar, y cosa propia de un animal de rapiña.
            En otro tiempo el espíritu amó el “tú debes” como su cosa más santa: ahora tiene que encontrar ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese robo se necesita el león.
            Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer le niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en un niño?
            Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí.
            Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir si: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.
            Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
            Así habló Zaratustra. Y entonces residía en la ciudad que es llamada: La Vaca Multicolor.

            Mediante un rápido análisis, podemos afirmar que el camello acepta todo lo que sus amos quieren darle sin cuestionar nada de ello. Es, este animal, paciente y fuerte, y cree que debe cargar con todo, hasta con lo peor de los demás sin importarle si eso lo perjudica o no. En esta transformación, el espíritu, no tiene libertad de acción, ya que está muy condicionado con lo que lo rodea y no se anima  a vivir otra realidad debido a que esa es más cómoda o desconoce otra.
            Pero llega un momento en el que el espíritu de algunos es valiente y se anima a ir por más. Va a luchar por lo que realmente quiere para su vida o por lo que sabe que no quiere que esté en ella. Los invitamos a que escuchen esta conocida canción de Andrés Calamaro que refleja un poco de lo que siente el león:



“Donde manda marinero” – Andrés Calamaro


Con el crudo en las bodegas
Volveré a buscar
Todo el tiempo vivido que hemos
Perdido sin protestar
Voy a probar primero al olvido a lo ajeno
Voy a pasar a retiro de un tiro el
Culpable de mi soledad.

No sé que quiero, pero sé lo que no quiero
Sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar.
Puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando,
Lo estoy pensando, pero estoy cansado de pensar.

El marinero del río no tiene calor ni frío.
La ciudad no tiene puerto y se siente muy vacío.
Últimamente ha perdido su capacidad de sorpresa.
En un vaso de cerveza caliente  fue que se la olvidó.
En un vaso de cerveza caliente  fue que se la olvidó.

Quiero elegir del mapa un lugar sin nombre a donde ir
Será el lugar donde viva lo que quede por vivir
(eso es mucho tiempo)
Por eso de cada viaje me traigo el equipaje perdido.
Por eso es que he decidido nunca olvidar, nunca olvidar.

No sé que quiero pero sé lo que no quiero
Sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar
Puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando,
Lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar.

No sé lo que tengo, pero sé lo que no tengo.
Sé lo que no tengo, porqué no lo puedo comprar
Puedo seguir cantando, pero sigo esperando.
Sigo esperando, pero estoy cansado de esperar.

No sé que quiero, pero sé lo que no quiero.
Sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar.
Puedo seguir escapando, y aún lo estoy pensando,
Lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar.


            El espíritu, en esta instancia está confundido ya que ha tomado la decisión de ir hacia a lo desconocido, corriendo el riesgo de quedarse sólo. No sabe exactamente lo que quiere, pero sigue por el errante camino que lo llevará a ser niño.
            Cuando el espíritu logra esta última transformación, es el punto en el que entiende  y crea sus nuevos valores. Aquellos que tratará de mantener y de defender a lo largo de su vida de aquel milenario dragón.
            Los estimulamos a que sigan reflexionando acerca del amplio tema de la libertad a través de las siguientes preguntas.
¿Qué es para vos la libertad?
¿Creés que sos libre?
De acuerdo a lo leído: ¿consideras que tu espíritu es paciente como el del camello o valiente como el del león o inocente como el del niño?
            Si te animás, comentá lo que sentís para que sigamos filosofando entre todos.

jueves, 18 de noviembre de 2010

LA LIBERTAD.

En este apartado pasaremos a ocuparnos de un tema controversial y que ha ido transformándose conceptualmente a lo largo del tiempo: la libertad. ¿Qué es la libertad?, ¿quién nos la da?, y ¿quién nos la puede quitar? son preguntas cuestionadas y discutidas por muchos.
Fernando Savater en su obra Ética para Amador dedicó un capítulo completo a este tema, y es por eso que presentaremos un fragmento con una previa niografía del autor para que juntos pensemos y reflexionemos en busca de respuestas a nuestras preguntas, y un link con el libro completo de este autor:
 http://www.rubinsteintaybi.com.ar/Archivos/Etica%20para%20Amador.pdf

Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, 21 de junio de 1947) es un filósofo, activista y escritor español. Novelista y autor dramático, destaca en el campo del ensayo y el artículo periodístico.

Su obra, compuesta por medio centenar de obras e innumerables artículos periodísticos, ha sido traducida al inglés, francés, sueco, italiano, portugués, alemán, japonés y danés. Obtuvo el Premio Nacional de Ensayo en 1982, el VIII premio Anagrama de ensayo por Invitación a la ética, el premio de ensayo "Mundo", el Premio Francisco Cerecedo de periodismo y fue finalista en 1993 del Premio Planeta con su novela epistolar El jardín de las dudas, sobre uno de sus autores preferidos, Voltaire, y en 2008 ganador del Premio Planeta con La hermandad de la buena suerte.[2] De pensamiento en sus inicios afín al de Friedrich Nietzsche (Panfleto contra el todo), se le debe la traducción y divulgación en el mundo hispánico de la obra de uno de los pensadores más notables del nihilismo contemporáneo, Émile Michel Cioran.
Destaca su interés en acercar la filosofía a los jóvenes, con obras como "Ética para Amador", uno de los libros más leídos de filosofía, dedicado a su hijo adolescente; también defiende la cultura popular por expresar la vitalidad juvenil, desde las novelas de aventuras, los cuentos fantásticos, y los relatos de terror al cómic y los juegos de rol.

¿Podés encontrar más información de este autor acá!
  • http://www.savater.org/
  • http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=895
Ahora sí, teniendo en cuenta lo anterior les proponemos reflexionar a partir de la lectura de la siguiente frase: ..."Uno puede considerar que optar libremente por ciertas cosas en ciertas circunstancias es muy difícil (entrar en una casa en llamas para salvar a un niño, por ejemplo, o enfrentarse con firmeza a un tirano) y que es mejor decir que no hay libertad para no reconocer que libremente se prefiere lo más fácil, es decir, esperar a los bomberos o lamer la bota que le pisa a uno el cuello."...

¿Qué te parece esto?, triste pero a veces muy cierto, ¿no?. Esperamos que el leer esto te haga repensar cada una de tus decisiones y nos comentes qué es lo más importante para vos: ¿expresarte sin temor a las consecuencias o vivir bajo el eterno yugo de ideas y miedos superiores a nosotros?

LA LIBERTAD - ANDRÉS CALAMARO

Creo que todos buscamos lo mismo
no sabemos muy bien que es ni donde esta
oímos hablar de la hermana mas hermosa
que se busca y no se puede encontrar
La conocen los que la perdieron
los que la vieron de cerca, irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar
la conocen los presos,
La libertad
Algunos faloperos,
algunos con problemas de dinero,
porque se despiertan soñándola,
algunos que nacieron en el tiempo equivocado,
la libertad
Todos los marginales del fin del mundo,
esclavos de alguna necesidad,
los que sueñan despiertos,
los que no pueden dormir,
la libertad
Algunos tristemente enamorados
pagando todavía el precio del amor
algunos que no pueden esperar,
y no aguantan más la necesidad
Algunos cautivos de eso,
que no saben donde mirar,
tengo algunos hermanos y una hermana muy hermosa,
la libertad
Igual que Norberto, me pregunto muchas veces,
donde esta? y no dejo de pensar,
será solamente una palabra, la hermana hermosa
la libertad.

¡ESCUCHALA!

  • http://www.youtube.com/watch?v=-VY4LWOeGeU


jueves, 4 de noviembre de 2010

¿FELICIDAD O RAZÓN?

                             HISTORIA DE UN BRAHMIN    Voltaire
En el curso de mis viajes tropecé con un viejo brahmín, hombre de muy buen juicio, lleno de ingenio y muy sabio; además, era rico, y por lo tanto su juicio era aún mejor; pues, al no carecer de nada, no tenía necesidad de engañar a nadie. Su familia estaba muy bien gobernada por tres hermosas mujeres que se esforzaban por complacerlo; y cuando no se distraía con mujeres, se ocupaba de filosofar.
Cerca de su casa, que era bella, bien adornada y rodeada de jardines encantadores, vivía una vieja india beata, imbécil y bastante pobre.
Cierto día el brahmín me dijo:
-Quisiera no haber nacido.
Le pregunté por qué. Me respondió:
-Hace cuarenta años que estudio, y son cuarenta años perdidos; enseño a los demás y yo lo ignoro todo: esta situación hace que mi alma se sienta tan humillada y asqueada que la vida me resulta insoportable. He nacido, vivo en el tiempo y no sé lo que es el tiempo; me encuentro en un punto entre dos eternidades, como dicen nuestros sabios, y no tengo ni la menor idea de la eternidad. Estoy compuesto de materia; pienso, y jamás he podido llegar a saber lo que produce el pensamiento; ignoro si mi entendimiento es en mí una simple facultad, como la de andar o la de digerir, y si pienso con mi cabeza como cojo las cosas con mis manos. No solamente me es desconocido el principio de mi pensamiento, sino que incluso el principio de mis movimientos me es igualmente ignorado: no sé por qué existo. Sin embargo, todos los días me hacen preguntas acerca de todos esos mundos; y hay que responderlas; no tengo nada interesante que decir; hablo mucho, y después de haber hablado me quedo confuso y avergonzado de mí mismo.
"Lo peor es cuando me preguntan si Brahmán fue producido por Visnú o si los dos son eternos. Dios es testigo de que no sé ni una palabra de todo eso, y bien que se ve por mis respuestas. '¡Ah, reverendo padre! (me dicen), explícanos cómo el mal inunda toda la tierra.' Mi ignorancia es igual a la de los que me formulan esta pregunta; a veces les digo que en el mundo todo va del mejor modo posible; pero los que se han arruinado o han sido mutilados en la guerra no me creen, y yo tampoco me lo creo; me retiro a mi casa abrumado por mi curiosidad y mi ignorancia. Leo nuestros antiguos libros y ellos espesan todavía más mis tinieblas. Hablo con mis compañeros: los unos me responden que hay que gozar de la vida y burlarse de los hombres; los otros creen saber algo y se pierden en ideas extravagantes; todo aumenta el sentimiento doloroso que experimento. A veces estoy a punto de caer en la desesperación cuando pienso que, después de tanto estudiar, no sé ni de dónde vengo, ni lo que soy, ni adónde iré, ni lo que será de mí."
El estado de este buen hombre me causó verdadera pena: nadie era más razonable ni más sincero que él. Comprendí que cuantos más conocimientos tenía en su cabeza y más sensibilidad en su corazón, más desgraciado era.
Aquel mismo día vi a la vieja que vivía cerca de su casa; le pregunté si alguna vez se había sentido afligida por no saber cómo estaba hecha su alma. Ella ni siquiera comprendió mi pregunta: en toda su vida nunca había reflexionado ni un momento acerca de una sola de las cuestiones que torturaban al brahmín; creía con toda su alma en las metamorfosis de Visnú, y con tal de poder tener de vez en cuando agua del Ganges para lavarse, se consideraba la más feliz de las mujeres.
Impresionado por la dicha de aquella pobre mujer, volví a visitar a mi filósofo y le dije:
-¿No le avergüenza ser desgraciado cuando a su puerta hay una vieja autómata que no piensa en nada y que vive contenta.
-Tiene usted razón -me respondió-; cien veces me tengo dicho que yo sería feliz si fuese tan necio como mi vecina; sin embargo, no quisiera semejante felicidad.
Esta respuesta de mi brahmín me produjo mayor impresión que todo lo demás; me examiné a mí mismo y vi que, en efecto, no quisiera ser feliz a condición de ser imbécil.
Propuse el dilema a unos filósofos, que fueron de mi misma opinión.
Y no obstante -decía yo-, hay una escandalosa contradicción en esta manera de pensar; porque, al fin y al cabo, ¿de qué se trata? De ser feliz. ¿Qué importa tener talento o ser necio? Todavía hay más: los que están satisfechos de cómo son, están muy seguros de estar satisfechos; los que razonan, no están tan seguros de razonar bien. Está, pues, bien claro -decía yo- que habría que aspirar a no tener sentido común, por poco que este sentido común contribuya a nuestra infelicidad. Todo el mundo fue de mi parecer, y sin embargo no encontré a nadie que quisiera aceptar el trato de convertirse en imbécil para vivir contento. De lo cual deduje que, aunque apreciamos mucho la felicidad, aún apreciamos más la razón.
Pero, después de haber reflexionado sobre el asunto, me parece que preferir la razón a la felicidad es ser muy insensato. ¿Cómo, pues, puede explicarse esta contradicción? Como todas las demás. Hay aquí materia para hablar muchísimo.
FIN


Para entender con más profundidad la historia, debemos tener en cuenta algunos datos del autor, que te pueden llegar a ser interesantes:
François Marie Arouet, más conocido como Voltaire (París, 21 de noviembre de 1694ibídem, 30 de mayo de 1778) fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. Este hombre siempre luchó por la igualdad de todas las personas como ser humano, y por eso destacamos una de sus célebres frases: No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.


PARA REFLEXIONAR
1-¿Qué piensas de la frase del texto "mientras más conocimientos tenía en su cabeza y mas sensibilidad en su corazón, mas desgraciado era"?
2- Si tuvieras que elegir entre ser dueño de la felicidad con plena ignorancia y la sabiduría con la tristeza que elegirías?
3- ¿Has sentido que a veces es mejor no pensar tanto y disfrutar mas de la vida ?
No hace falta que respondas esto, es sólo una guía para que nos des tu reflexión