En esta entrada trataremos temas como el poder, la justicia y la injusticia basándonos en un un fragmento del texto de Platón, La República. ¡Reflexioná con nosotras! A continuación se presentan algnos datos del autor para poder entender mejor el contexto de la obra.
Platón (en griego: Πλάτων ) (ca. 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y aristocrática. Platón (junto a Aristóteles) es quién determinó gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de "Verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia). Demostró (o creó, según la perspectiva desde donde se le analice) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas, pero enfrentadas a la línea de gran parte de los filósofos presocráticos y al de los sofistas (muy populares en la antigua Grecia) y que debido a los caminos que tomó la historia de la Metafísica, en diversas versiones y reelaboraciones, se han consolidado. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos
Entre sus obras más importantes se cuentan: la República (en griego Πολιτεια, politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología racional, física y escatología, influido por las matemáticas pitagóricas; y el Teeto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.
Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política, ética, metafisica, antropología y epistemología. El conjunto de las obras más famosas de Platón se han denominado Diálogos, debido a su estructura dramática de debate entre interlocutores, si bien varios epigramas y cartas suyos también han perdurado.
Texto: Platón. La República. "El anillo de Giges y la injusticia"
Fragmento del libro La República de Platón, en el que Glaucón expone ante Sócrates que quienes siguen la justicia lo hacen no por deseo propio o por amor a la misma, sino simplemente porque desean evitar las consecuencias que recaerían sobre ellos al cometer injusticias.
Pero...¿qué si pudiéramos ser libres de esas consecuencias?. ¿Cómo actuaríamos?. He aquí parte del discurso de Glaucón:
Para darnos cuenta de cómo los buenos lo son contra la voluntad, porque no pueden ser malos, bastará con imaginar que hacemos lo siguiente; demos a todos JUSTOS E INJUSTOS, licencia para hacer lo que se les antoje y después sigámosles para ver a dónde llevan a cada cual sus apetitos*. Entonces soreprenderemos en flagrante al justo recorriendo los mismos caminos que el injusto, impulsado -por el interés propio-, finalidad que todo ser está dispuesto por naturaleza a perseguir como un bien, aunque la ley desvíe por fuerza esta tendencia y la encamine al respeto de la igualdad. Esta licencia de que yo hablo podrían llegar a gozarla, mejor que de ningún otro modo, si se les dotase de un poder como el que cuentan tuvo en tiempos el antepasado del lidio Giges. Dicen que era un pastor que estaba al servicio del entonces rey de Lidia. Sobrevino una vez un gran temporal y terremoto; abrióse la tierra y apareció una grieta en el mismo lugar en que él apacentaba. Asombrado ante el espectáculo descendió por la hendidura y vio allí, entre otras muchas maravillas que la fábula relata, un caballo de bronce, hueco con portañuelas, por una de las cuales se agachó a mirar y vio que dentro había un cadáver de talla al parecer más que humana, que no llevaba sobre sí más que una sortija de oro en la mano; quitósela el pastor y salióse. Cuando, según costumbre, se reunieron los pastores con el fin de informar al rey, como todos los meses, acerca de los ganados, acudió el también con su sortija en el dedo. Estando, pues, sentado entre los demás, dio la casualidad de que volviera la sortija, dejando el engaste de cara a la palma de la mano; e inmediatamente cesaron de verle quienes le rodeaban y con gran sorpresa suya, comenzaron a hablar de él como de una persona ausente. Tocó nuevamente el anillo, volvió hacia afuera el engaste, desaparecía su dueño, y cuando lo volvía hacia afuera, lo veían de nuevo. hecha ya esta observación, procyró al punto formar parte de los enviados que habían de informar al rey; llegó a Palacio, sedujo a su esposa, atacó y mató con su ayuda al soberano y se apoderó del reino. Pues bien, si hubiera dos sortijas como aquélla de las cuales llevase una puesta el justo y otro el injusto, es opinión común que no habría persona de convicciones tan firmes como para perseverar en la justicia y abstenerse en absoluto de tocar lo de los demás, cuando nada le impedía dirigirse al mercado y tomar de allí sin miedo alguno cuanto quisiera, entrar en las casa ajenas y fornicar con quien se le antojara, matar o libertar a su arbitrio, obrar, en fin, como un dios rodeado de mortales. En nada diferirían, pues, los comportamientos del uno y del otro, que seguirían exactamente el mismo camino. Pues bien, he ahí lo que podría considerarse una buena demostración de que nadie es justo de grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justicia no es buena para él personalmente; puesto que, en cuanto uno cree que va a poder cometer una injusticia, la comete.. Y esto porque todo hombre que resulta mucho más ventajose personalmente la injusticia que la justicia. "Y tiene razón al creerlo así", dirá el defensor de la teoría que expongo. Es más: si hubiese quien, estando dotado de semejante talismán, se negara a cometer jamás a cometer injusticia y a poner mano en los bienes ajenos, le tendrían, observando su conducta, por el ser más miserable y estúpido dle mundo; aunque no por ello dejarían de ensalzarle en sus conversaciones, ocultándose así mutuamente sus sentimientos por temor de ser cada cual objeto de alguna injusticia. Esto es lo que yo tenía que decír.
Ahora bien, en el texto se afirma que "nadie es justo de grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justiciano es buena para él personalmente". Esta idea, está totalmente en contra de lo que expone otro filósofo alemán: Kant. Él cree en la buena voluntad del hombre, que nace siendo bueno y es corrompido después por las condiciones dadas en el medio. ¿Vos que pensás acerca de esto?. En cuanto al poder y su uso, ¿te parece que el ser humano es egoísta por naturaleza y obra por su propio bien?. Te invitamos a que nos hagas conocer tu reflexión o cualquier cosa que te sugirió esta lectura. Es más si te animás, responde esta pregunta: ¿Qué harías si tuvieras el anillo?.
*apetitos: Impulso instintivo que lleva a satisfacer deseos o necesidades.
*apetitos: Impulso instintivo que lleva a satisfacer deseos o necesidades.
En mi caso, opino como Kant. Ya que todos nacemos con una buena voluntad pero con las condiciones de vida, y con ntro entorno esa voluntad de hacer el bien se va viendo afectada, ya que los otros no piensan lo mismo que vos y por eso te excluyen, critican, etc. No creo que el hombre sea egoísta por naturaleza ni mucho menos, como explique anteriormente, creo que, especialmente, el egoísmo se va adquiriendo por el entorno en el que nos movemos. Y mas hoy en día, en este mundo tan materialista y autónomo, que solo interesa el bien propio y no el bien común, es decir, que muchos dicen "Mientras yo tenga salud, dinero, o lo que fuere. El resto no me importa"
ResponderEliminarMuy bueno el texto ! ;)
Hola chicas! Qué entrada interesante! Considero que Platón pretendía que reflexionemos acerca del modo en que usamos nuestra cuota de poder. Una idea que subyace sostiene que todo hombre es justo o bueno sólo en la medida que no puede o no se le permite actuar de manera contraria y en beneficio propio. Pero esto significaría que pensamos que todo hombre es egoísta "por naturaleza". En el caso de Kant, él consideró que los seres humanos poseemos razón, voluntad e inclinaciones (apetitos, instintos, deseos, afectos,...) y que actuar con justicia implica una especie de lucha interior. Se trata de una tensión entre lo que la razón y la ley moral nos muestran como bueno y lo que nuestras inclinaciones (egoístas) nos pretenden imponer. En realidad, Kant no considera que el hombre es bueno por naturaleza sino más bien piensa que todos somos seres racionales y que por ese hecho todos tenemos la posibilidad de regular nuestras acciones y vencer nuestras inclinaciones, oponiendo a estas últimas una voluntad, la nuestra, que "quiere" cumplir con su deber. A esto le llamó "autonomía moral", que etimológicamente significa "darse a sí mismo la ley (nómos en griego)". Ahora bien ¿qué nos dicta la razón? ¿cuál es nuestro deber moral? Kant lo formuló a través de lo que llamó "imperativos categóricos" de la razón. Las invito a buscarlos y comentarlos!!
ResponderEliminarPrimero pasaremos a dar la definición de imperativo categórico: Mandato con carácter universal y necesario: prescribe una acción como buena de forma incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin referencia a ningún propósito extrínseco. Para Kant sólo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo de la moralidad.
ResponderEliminarLos imperativos categóricos tienen la forma general "debes hacer X", o, en su versión prohibitiva, "no debes hacer X"; "debes ser veraz", "no debes robar", son ejemplos de imperativos categóricos.
Según Kant, el imperativo categórico tiene tres formulaciones, a saber:
* 1. «Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal».
Esto quiere decir que el fin de nuestra acción sea moralizadora y sirva de modelo para todos los seres humanos.
* 2. «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio».
Este imperativo se refiere a que cada acción que hagamos tenga como meta el bien de la humanidad, y no sólo la utilizemos para llegar a lo deseado sin importarnos los demás.
* 3. «Obra como si por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines».
Para nosotras, la idea de este imperativo es que debemos actuar de acuerdo a nuestros principios y valores, como si estos fueran leyes que tenemos que seguir en nuestra vida para obtener lo que queremos.
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ResponderEliminarClaro Kant está pensando en un criterio racional a partir del cual guiar nuestra conducta. Y ese criterio es por un lado, analizar si nuestro principio de acción subjetivo puede universalizarse. En otras palabras ¿qué pasaría si todos actuaran como yo?
ResponderEliminarPero la otra formulación la de la humanidad como fin le permite a Kant poner un contenido sustantivo al criterio anterior. Nuestra humanidad (la de cada cual, la mía y la de los demás) NO es negociable, no tiene precio, no es intercambiable como las mercancías. Por eso Kant dice que lo que NO tiene precio, tiene DIGNIDAD, tiene VALOR PROPIO. ¡Qué interesante para pensar nuestro mundo actual! ¿Realmente valoramos la humanidad de cada cual? ¿Qué pasa con las guerras, con las formas de esclavitud, con la explotación,...? Hay muchos ejemplos, algunos históricos como la conquista española y nuestras deudas con los pueblos indígenes que no terminamos de reparar. ¡Cuántas formas de "utilizar" la humanidad y ponerle precio!
No sólo utilizarla, ¡sino quitarle todo ese valor propio y dignidad que posee también!
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